La firma metalúrgica Carlos Boero SRL continúa a velocidad relevante su camino a la excelencia, fabricando fundamentalmente toda la línea de ejes y suspensiones, aunque también invierte fuertemente en la investigación, desarrollo y producción de nuevos productos.
Desde la entrada en vigencia de la escalabilidad en el transporte, la suspensión neumática del tipo ITG que fabrica Boero es la tendencia del mercado. Se trata de un sistema innovador para clientes que buscan bajar tara porque es liviana y de eficientes prestaciones de estabilidad que goza de un mínimo mantenimiento y la posibilidad de agregar sistemas de freno ABS y EBS. Al tratarse de un sistema mucho más liviano agrega valor al concepto de escalabilidad porque, como todos sabemos, el peso se volvió algo mucho más importante en esto. Pero, además, con esta suspensión han podido unificar las piezas de la parte baja del semirremolque y tiene otras características muy importantes.
“Fabricamos la suspensión y los ejes, pero también es un producto importante el tercer eje para el camión, tanto instalado acá en Boero como también en nuestra importante red de instaladores de todo el país, a los cuales les proveemos la suspensión para que ellos la instalen bajo normas. Dentro del desarrollo de nuestros productos también incluimos las pruebas y las validaciones, hacemos los ensayos exhaustivos de todos los productos para validarlos, trabajamos con distintos laboratorios para hacer ese tipo de ensayos que garantizan nuestra calidad”, afirma Lucas Borra, Gerente de Ventas de Boero.
En Boero se sigue ampliando el abanico de productos fabricados en su moderna planta de Alvear, muy cerca de la ciudad de Rosario. Luego de ser probados, comenzó también la producción de paragolpes traseros, sumándose a la línea de protección lateral llamada “guarda ciclistas”, además, las patas de apoyo para dar todo el complemento de la parte inferior del acoplado y el semi, a lo que se suma también el aro giratorio como los productos principales de la parte inferior. No faltan los fuelles de suspensión o de cabina para camión y toda esa línea de repuestos no solamente de las suspensiones que allí fabrican, sino toda la línea de repuestos de otras suspensiones y fuelles de carga.
En cuanto a frenos, es importante mencionar que Boero también los fabrica. “Tenemos frenos de discos desarrollados y producidos por nosotros mismos en nuestra fundición propia. El mercado del sistema de frenos a disco va evolucionando muy lento en nuestro país, porque es una cuestión de costo inicial, que es bastante oneroso, pero también debo mencionar que el costo de mantenimiento es mucho menor al sistema tradicional de campana. Nosotros estamos trabajando día a día para bajar esos costos, pero mucho depende de algunos productos que hoy tenemos que seguir adquiriendo desde el exterior, como por ejemplo el caliper, que es gran componente de costo del freno a disco y eso es importado inevitablemente,” sostiene Borra.
Hay que destacar el enorme esfuerzo con el que Boero va internalizando muchos componentes, es decir, desarrollando y fabricando en sus propias plantas para evitar todo lo posible mantener atada su producción a las sorpresas que nunca se cansa de dar la Argentina en materia de comercio exterior. De cualquier modo, existen desarrollos, tecnologías y componentes importados de los cuales será casi imposible eludirse.
En este sentido, Lucas afirma: “Yo confío en que se va a hacer todo para priorizar empresas PyMEs nacionales como la nuestra que provee mucho a otras empresas. También tenemos un porcentaje de exportación que es entre un 5% y 7% de la producción actual a la región, Uruguay, Bolivia y Chile. Estamos trabajando para llegar a Paraguay, Brasil y México. Hoy las condiciones para exportar son complicadas, pero nuestro objetivo es volvernos una empresa más regional que local”.
En estos últimos dos años, Boero ha llevado adelante con éxito un gran programa de inversiones, como la reciente incorporación de una una tercera nave de 1500 m2 y que sumaría un total de 7500 m2 techados y además tienen previsto agregar otro galpón. Este en un predio que tiene más de tres hectáreas y toda esa superficie se encuentra asfaltada por completo. El programa de inversiones incluyó también la incorporación de mayor equipamiento para producción en la línea de suspensiones, robots soldadores, dos cortes láser, nuevas plegadoras de chapa, prensas y guillotinas. Y fundamentalmente, incrementaron un 20% el personal especializado con la incorporación de nuevos técnicos, ingenieros de planificación y programación. Con las inversiones estiman entre un 10% a 20% de crecimiento. Con un plantel de 140 personas en forma directa, hoy en día, Boero produce un total de 1800 ejes por mes a un turno de producción por 5 días a la semana.
Todos sus proveedores son de calidad automotriz 100%, no permiten ningún componente que no esté certificado ni homologado y tienen reuniones semanales de control de calidad. Desde la metalúrgica afirman con certeza que una vez que comenzaron a certificar a sus proveedores se acabaron las fallas y los reclamos.
Aunque históricamente el “caballito de batallas” siempre ha sido los ejes, hoy, impulsado seguramente por la entrada en vigor de la escalabilidad, Boero puede afirmar que la suspensión es el producto estrella de la marca, pero promete no quedarse ahí y seguir avanzando a paso firme en este hidalgo camino a la excelencia industrial argentina.
