22-03-21
Todas las principales empresas de distribución en Estados Unidos están comenzando a reemplazar sus flotas con motores Diésel por vehículos eléctricos o de bajas emisiones, un cambio que, según las empresas, mejorará sus resultados, al mismo tiempo que lucha contra el cambio climático y la contaminación urbana.
UPS, uno de los correos privados más poderosos, ha realizado un pedido de 10.000 camiones livianos de distribución eléctricos. El gigante Amazon está comprando 100.000 de la start-up Rivian. DHL, por su lado dice que los vehículos de cero emisiones constituyen una quinta parte de su flota, y hay más en camino.
Y nada menos que FedEx acaba de comprometerse a reemplazar el 100% de su flota de recolección y entrega con vehículos a batería para 2040.
Por otro lado, el Servicio Postal de EE. UU. tiene ambiciones eléctricas más pequeñas, y solo se compromete a ser eléctrico con el 10% de sus nuevos camiones de reparto, una decisión que ha llevado a algunos legisladores a llorar por los planes de compra.
Cambiar a vehículos eléctricos para distancias más cortas tiene mucho sentido para empresas como FedEx, UPS, DHL, etc.
En comparación con los vehículos de 18 ruedas que transportan paquetes entre estados, los vehículos de reparto, generalmente camionetas y camiones más pequeños, son mucho más fáciles de electrificar, con la tecnología actual de baterías que proporciona suficiente alcance para muchas rutas. Y las empresas también tienen mucho tiempo de carga.
