26-09-24.- Un moderno equipamiento para pintar equipos de carga es crucial en orden de obtener resultados de alta calidad, con un enfoque eficiente del proceso, así como mejorar la durabilidad del equipo y garantizar la seguridad del usuario.
ESTÁNDARES DE INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
Metalúrgica Hermann es el único fabricante nacional y de los poquísimos de la región que cuenta con dos cabinas de pintura simultáneas y de un tamaño similar al de las autimotrices que fabrican en Argentina, cada una de ellas compuesta por cuatro cabinas integradas en las que se genera una atmósfera controlada ideal para lograr una calidad y terminación distinguida. Pero, además, el proceso dentro de la línea de pintura permite proteger el medio ambiente al filtrar el aire obstruyendo la salida de pintura al exterior.
PROCESO
Se arranca con la limpieza a fondo de la chapa, ya que esta viene impregnada con un aceite que la protege de la corrosión, denominado Calamina. Se extrae todo ese material para que no quede reactiva al uso del fondo de la pintura Epoxi. Este proceso se realiza con un sistema de granallado, que es muy similar al arenado que se usaba anteriormente, pero en este caso con microbolillas de acero. Un detalle: las aseguradoras ART lo reconocen como más confiable porque son partículas cónicas de acero que bombardean la chapa para quitarle todo ese recubrimiento.
Una vez que toda la superficie queda limpia y libre de toda impureza, la segunda etapa es donde se aplica fondo Epoxi -que es una protección para la chapa- y sobre ese mismo fondo se emplea la cobertura del poliuretano poliéster. Estos tres procesos se emplean para que se asegure la durabilidad de la chapa y de la unidad, obteniéndose un acabado impecable.
La pintura de la unidad sale de la cabina ya terminada, porque se realiza todo un sistema de electrólisis que absorbe todo polvillo que esté flotando en el aire. Entonces, una vez que está dentro de la cabina necesita simplemente un punto de secado, pero una vez fuera de la cabina no necesita ninguna otra intervención del área de pintura.
De allí, la unidad es entregada a un grupo de operadores especializados que la recibe para la etapa de la terminación donde se procede a “vestir” la unidad. Se colocan todos los guardabarros, se instalan todos los sistemas y elementos de frenado, se ajustan los sistemas de seguridad laterales, así como los paragolpes y las bandas reflectivas. Una vez finalizado el proceso, se transporta la unidad al parque cerrado.
Actualmente, Hermann ofrece a sus clientes una carta de aproximadamente 44 colores en total, aunque generalmente, son el color blanco y el rojo tradicional los favoritos al momento de la elección por parte del cliente.
CONTROL TOTAL
Una vez finalido el montaje de todos los elementos, es de vital importancia que el equipo tenga colocados todos sus neumáticos definitivos al momento de entregar la unidad una vez que pase por el contro final. Pare eso, Metalúrgica Hermann cuenta con un sector independiente en su planta en el que existen varios componentes destinados al control de la seguridad, como el frenómetro instalado en su línea de terminación de acoplados y semirremolques. Se trata de un moderno equipamiento que permite medir con alta precisión la fuerza de frenado al mismo tiempo que mide la transferencia de carga en cada rueda y donde se hace la regulación de los frenos, entonces la unidad ya sale probada.