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ADITIVOS EN EL MOTOR DE UN CAMIÓN: UNA FÓRMULA SIN MAGIA

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Suele suceder con frecuencia que, algunos usuarios se obsesionen por la utilización de diferentes aditivos buscando obtener el máximo rendimiento, el menor desgaste y la mayor vida útil para el motor de su camión. En este informe le contamos toda la verdad.

Los transportistas pueden encontrarse con una amplia oferta de aditivos para el motor que, según las empresas que los desarrollan, optimizan al máximo los límites de rendimiento del motor al modificar la formulación molecular de los lubricantes y combustibles. A pesar de lo atractivo que esto pueda parecer, Planeta Camión pone blanco sobre negro tras consultar a los más experimentados ingenieros y técnicos de la industria del camión.

Ante todo, sepa que estas “fórmulas” no cuentan ni con la recomendación, ni con el aval de las terminales, salvo contadas excepciones. Utilizar el lubricante que cumpla con las prescripciones solicitadas y hacer prolijamente los mantenimientos planificados, ya es suficiente. Además, existen camiones equipados con sistemas de mantenimiento autorregulado, por lo tanto, cualquier “aditivo” externo podría alterar la respuesta correcta de ese sistema. “En general, a nosotros no nos gustan los aditivos. Salvo alguna excepción, muy particular, no hay motivos para usarlos como tampoco se han demostrado beneficios”, fue la contundente sentencia que escuchamos desde la Ingeniería de Ventas de una importante marca de camiones de origen europeo con presencia industrial en Argentina.

¿SOLUCIÓN EXTRAORDINARIA?

Las marcas como Iveco, Scania, Volvo, Mercedes-Benz y Renault Trucks, al fabricar sus propios motores trabajan -también- en alianza con las más grandes compañías petroleras o generadoras de energía para encontrar la mejor performance posible del lubricante para cada tipo de motorización. “Es difícil (…por no decir imposible) que, bajo estos parámetros, algún “polvito mágico” agregado pueda mejorar la formulación original”, remarca otro ingeniero encuestado.

En materia de lubricantes, siempre debe usarse el tipo recomendado por el fabricante ya que responde a un determinado nivel técnico aprobado mediante homologaciones muy exigentes. Probar cosas nuevas o diferentes puede resultar un perjuicio, más que una extraordinaria solución”, agregó.

Pruebas en el banco, utilizando una gran cantidad de aditivos líquidos o sólidos que se venden como mejoradores de las combustiones, tampoco han arrojado resultados comercialmente apreciable. Se entiende así, que lo más apropiado pasa por utilizar el gasoil tal cual se expende del surtidor, considerando que las petroleras de bandera reconocida ya agregan sus propios aditivos (antioxidantes, detergentes, fluidificantes, etc.) que forman parte natural de un combustible de calidad certificada. Esto se sostiene apelando a que los lubricantes y combustibles indicados y autorizados por cada terminal, ya fueron especificados luego de pruebas, ensayos, exigencias especiales, sin que sea necesario aditivo alguno en ninguna fase de su vida útil.

NECESIDAD DE ADITIVOS = MAL MANTENIMIENTO

Esta sería la interpretación más apropiada ante la coincidencia responsable de las terminales que el uso de aditivos es innecesario cuando el mantenimiento del motor ha sido -ni más ni menos- que el correcto.

Algunos espesantes para el aceite pueden contribuir a elevar ocasionalmente la compresión del motor, y que no consuma tanto aceite. A esta aparente solución recurren quienes, en casos extremos, no pueden o no desean reparar un motor cuya vida útil se presenta ante el ocaso. Si estos espesantes se utilizaran en un motor en estado normal serían altamente contraproducentes, generando menor fluidez, menor lubricación y refrigeración, pero, además; un mayor esfuerzo y claramente un aumento en el consumo de combustible.  En resumidas cuentas; sólo acelerará el desgaste, por lo tanto, los hace incompatibles.

Nada reemplaza un buen mantenimiento y –eventualmente- una reparación efectuada en un buen taller. Recuerde entonces que el mejor aditivo, es el que no se agrega.


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