21-08-25.-Si bien, en Argentina seguimos bastante lejos de los camiones de cero emisiones, no estaría de más ir entendiendo ciertas ventajas y desventajas que presentan. Por lo que sebemos, en Europa y Estados Unidos, donde ya existe un buen parque de camiones de Cero Emisiones, el cambio hacia este tipo de tecnologías debería ser una tentación favorasble por su ventaja en el costo del combustible. Sin embargo, estos ahorros pueden desaparecer rápidamente a medida que las primas de seguro más altas incrementan los gastos totales.

Desde el arranque, los camiones de cero emisiones, en particular los modelos eléctricos a batería, tienen un precio de venta más alto que las unidades diésel comparables. Si se duplica el precio, su aseguradora tiene que planificar pagar más en caso de una pérdida total o una reparación importante, por lo que naturalmente la prima se ajusta a ese valor más alto.
También existe tecnología más avanzada (sensores especiales, sistemas de asistencia al conductor y una gestión compleja de la bateríay también de la instalación), cuya reparación puede resultar costosa y aunque muchas marcas afirmen que el camión eléctrico casi no lleva mantenimiento, la realidad es otra. Además, la infraestructura de reparación aún está en desarrollo.
Sabemos bien que un vehículo diésel puede ser atendido en casi cualquier taller de camiones, pero una unidad eléctrica suele requerir un centro especializado, un concesionario, un técnico remoto e incluso encontrar piezas pueden prolongar de forma impredecible el tiempo de inactividad.

Según datos de la aseguradora Allianz, las primas de seguro para camiones eléctricos suelen tener un promedio del 50% más altas que para los diésel. Un gran desafío es cómo las aseguradoras evalúan el perfil de riesgo de los camiones de cero emisiones, especialmente cuando no hay datos a largo plazo disponibles. La mayoría de las aseguradoras aún se basan en modelos de flotas tradicionales con ajustes en los sistemas de baterías, mayor peso y tecnología avanzada.