23-03-20
BUENOS AIRES.-Más allá de los médicos, enfermeros y personal de fuerzas de seguridad, los transportistas siguen siendo cada día los otros héroes anónimos de la crisis del coronavirus. Ellos no pueden hacer “home office” y tienen que salir a transitar en la soledad total las rutas y ciudades semi desiertas para garantizar el abastecimiento en los supermercados.
A pesar del drama y la cuarentena, cada mañana, cuando nos levantemos y podamos tomar un mate, un café, un té y darle un vaso de leche a nuestros hijos pensemos por favor que eso es también gracias al esfuerzo y riesgo que toma cada día ese señor al que en muchos casos despectivamente llamamos “camionero”.
Las medidas adoptadas por el Gobierno en cuanto a limitación de circulación y cierre de fronteras no afectan a este grupo de “héroes” que, en muchos casos, trabaja expuesto al virus sin la debida protección y sin el apoyo de la población.
Hace unos días, desde Planeta Camión anticipamos que paulatinamente el transportista se iba a ir quedando solo, lamentablemente. Recientemente hemos recibido mensajes de ellos pidiendo que no se les cierre la puerta al apoyo en las rutas. Si un transportista necesita comida, agua, un lugar limpio donde asearse o donde descansar, por favor brindémoselo sin dudar porque que las horas de trabajo se les hacen interminables en estas condiciones.
Lejos de sus familias, en la mayoría de los casos tienen que quedarse dentro de la cabina del camión, donde muchos disponen de una cama y en muy pocos casos de una conservadora, lo que no deja de ser un confinamiento de apenas un par de metros cuadrados en condiciones de trabajo altamente desfavorables.
De él depende mucho que nuestra economía se mantenga activa y quizás dentro de no mucho -y sin entrar en dramatismos-, de nuestra supervivencia. ¡Apoyémoslos!
